jueves, 30 de julio de 2009

Ortografía


Es muy importante tener buena ortografía y manejar adecuadamente los signos de puntuación ya que estos permiten que el escritor transmita adecuadamente lo que él esta tratando de decir, es decir, permite evitar la ambigüedad en textos que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones diferentes.

A continuación se presentan las reglas ortográficas para los signos de puntuación y para el manejo de las letras.

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE DIVERSOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN

El punto (.), la coma (,), el punto y coma (;), los dos puntos (:) y los puntos suspensivos (...) se escriben siempre sin dejar un espacio de separación con respecto a la palabra o el signo que precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que sigue, a no ser que este sea de cierre.

Los signos dobles, como los de interrogación (¿ ?) y exclamación (¡ !), los paréntesis ( ), los corchetes ([ ]), las comillas (“ ”) y las rayas que encierran aclaraciones e incisos (- -), todos ellos compuestos por un signo de apertura y uno de cierre, se escriben de la manera siguiente:

a. Los de apertura se separan por medio de un espacio de palabra o signo al que siguen, y se escriben sin espacio de separación con respecto a la palabra a la que anteceden, con excepción de la raya o guión largo que introduce la intervención de un personaje en un diálogo, la cual se escribe también sin espacio de separación de la palabra que sigue.
b. Por el contrario, los signos de cierre se escriben sin espacio de separación con respecto a la palabra o signo al que siguen, separados por un espacio de la palabra a la que preceden y sin este espacio si lo que sigue es un signo de puntuación.

USO DEL PUNTO

El punto (.) señala la pausa que se da al final de un enunciado. Después de un punto -salvo en el caso del utilizado en las abreviaturas- siempre se escribe mayúscula.

Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y el punto final.
a. El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Después de punto y seguido se continúa escribiendo en la misma línea. Si el punto está al fin de renglón, se empieza en el siguiente sin dejar margen.
b. El punto y aparte separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos diferentes. Después de punto y aparte se escribe en una línea distinta. La primera línea del nuevo párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada.
c. El punto final es el que cierra un texto.

Uso del punto después de las abreviaturas
El punto se utiliza también después de las abreviaturas.

Combinación del punto con otros signos
A menudo es necesario combinar el punto con otros signos que también cierran períodos, como son los paréntesis o las comillas. En estos casos, se coloca el punto siempre detrás de las comillas, corchetes o paréntesis de cierre. Por ejemplo:
Sus palabras fueron estas: “No quiero volver a verte”. Después cerró de golpe la puerta de su casa. (Creo que estaba muy enojada).

Uso incorrecto del punto
Los títulos y los subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados, no llevan punto final.

USO DE LA COMA

La coma (,) indica una pausa breve que se produce dentro del enunciado.

Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u.

Cuando los elementos de la enumeración constituyen el sujeto de la oración o un complemento verbal y van antepuestos al verbo, no se pone coma detrás del último.

Se usa coma para separar miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, a excepción de los casos en los que medie alguna de las conjunciones y, e, ni, o, u.

Sin embargo, se coloca una coma delante de la conjunción cuando la secuencia que encabeza expresa un contenido (consecutivo, de tiempo, etc.) distinto al elemento o elementos anteriores.

También cuando esa conjunción está destinada a enlazar con toda la proposición anterior, y no con el último de sus miembros.

Siempre será recomendable su empleo, por último, cuando el periodo sea especialmente largo.

En una relación cuyos elementos están separados por punto y coma, el último elemento, ante el que aparece la conjunción copulativa, va precedido de coma o punto y coma.

Se escribe una coma para aislar el vocativo del resto de la oración. Ejemplos:
Julio, ven acá.
He dicho que me escuchéis, muchachos.

Cuando el vocativo va en medio del enunciado, se escribe entre dos comas. Por ejemplo:
Estoy alegre, Isabel, por el regalo.

Los incisos que interrumpen una oración, ya sea para aclarar o ampliar lo dicho, ya sea para mencionar al autor u obra citados, se escriben entre comas. Son incisos casos como los siguientes:
a. Aposiciones explicativas. Por ejemplo:
En ese momento Adrián, el marido de mi hermana, dijo que nos ayudaría.

b. Proposiciones adjetivas explicativas. Por ejemplo:
Los vientos del Sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes, incomodan a los viajeros.

c. Cualquier comentario, explicación o precisión a algo dicho.

d. Mención de un autor u obra citados. Por ejemplo:
La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades.

e. Cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado, anteponiendo elementos que suelen ir pospuestos, se tiende a colocar una coma después del bloque anticipado. No es fácil establecer con exactitud los casos en que esta anteposición exige el uso de la coma. Pero frecuentemente puede aplicarse esta norma práctica:
e1) Si el elemento antepuesto admite una paráfrasis con “en cuanto a”, es preferible usar coma.
e2) Si, por el contrario, admite una paráfrasis con “es lo que” o “es el que”, no se empleará coma.

f. También suele anteponerse una coma a una conjunción o locución conjuntiva que une las proposiciones de una oración compuesta, en los casos siguientes:
f1)En las proposiciones coordinadas adversativas introducidas por conjunciones como pero, mas, aunque, sino.
f2) Delante de las proposiciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que...
f3) Delante de proposiciones causales lógicas y explicativas.

g. Los enlaces como esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados adverbios o locuciones que desempeñan la función de modificadores oracionales, como generalmente, posiblemente, efectivamente, finalmente, en definitiva, por regla general, quizás, colocados al principio de una oración, se separan del resto mediante una coma.

h. Cuando estas expresiones van en medio de la oración, se escriben entre comas.
h1) Si los bloques relacionados mediante estos enlaces forman parte de la misma oración compuesta escrita entre puntos, se suelen separar con punto y coma colocado delante del enlace, al que seguirá una coma.
h2) En los casos en que se omite un verbo, porque ha sido anteriormente mencionado o porque se sobrentiende, se escribe en su lugar una coma.

i. En las cabeceras de las cartas, se escribe coma entre el lugar y la fecha. Por j) Se escribe coma para separar los términos invertidos del nombre completo de una persona o los de un sintagma que integran una lista (bibliografía, índice... ).

Uso incorrecto de la coma

Debe evitarse separar el sujeto y el predicado mediante coma.
Se exceptúan los casos en que media un inciso entre sujeto y predicado.

USO DE LOS DOS PUNTOS

Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.
Se usan dos puntos en los casos siguientes:

a. Después de anunciar una enumeración.
b. También para cerrar una enumeración, antes del anafórico que los sustituye, se utilizan los dos puntos.
c. Los dos puntos preceden a las citas textuales. En este caso, después de los dos puntos se suele escribir la primera palabra con inicial mayúscula. Ejemplos:
Las palabras del médico fueron: “Reposo y una alimentación equilibrada”.
Ya lo dijo Descartes: “Pienso, luego existo”.

d. Se emplea este signo de puntuación tras las fórmulas de saludo en las cartas y documentos. También en este caso la palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente, en un renglón aparte.
e. Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo.
f. Se utilizan los dos puntos para separar la ejemplificación del resto de la oración.

USO DEL PUNTO Y COMA

El punto y coma (;) indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto. Se utiliza en estos casos:
a. Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
b. Para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en estas se ha empleado la coma.
c. Se suele colocar punto y coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, mas y aunque, así como sin embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc., cuando los períodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan.

USO DE LOS PUNTOS SUSPENSIVOS

Los puntos suspensivos (...) suponen una interrupción de la oración o un final impreciso. Después de los puntos suspensivos, cuando cierran un enunciado, se escribe mayúscula. Por ejemplo:

El caso es que si lloviese... Mejor no pensar cosa tan improbable.
Estamos ante un bosque mediterráneo de encinas, alcornoques, pinos... Bajo estos árboles es fácil encontrar níscalos en otoños lluviosos.
Cuando los puntos suspensivos no cierran un enunciado y este continúa tras ellos, se escribe en minúscula.
Se usan los puntos suspensivos en los siguientes casos:

a. Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera.
b. Cuando se quiere expresar que antes de lo que va a seguir ha habido un momento de duda, temor o vacilación.
c. En ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con lo inesperado de la salida.
d. Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso se utilizan los puntos suspensivos.
e. También se emplea este signo de puntuación cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte.
f. Se escriben tres puntos dentro de paréntesis (...) o corchetes [...] cuando al transcribir literalmente un texto se omite una parte de él.

USO DE LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y DE EXCLAMACIÓN

Los signos de interrogación (¿ ?) y exclamación (¡ !) encierran enunciados que, respectivamente, interrogan o exclaman. Los primeros se utilizan para delimitar enunciados interrogativos directos; los segundos demarcan enunciados exclamativos, también en estilo directo, e interjecciones.
En la utilización de tales signos es preciso tener en cuenta estas consideraciones generales:
•Los signos de interrogación y de exclamación son dos en cada caso: los signos que indican apertura (¿ i) y los signos que indican cierre (? !); se colocan al principio y al final del enunciado interrogativo y exclamativo respectivamente.
•En nuestra lengua es obligatorio poner siempre el signo de apertura, que no deberá suprimirse a imitación de lo que ocurre en la ortografía de otras lenguas, en las que solo se usa el signo final porque tienen otras marcas gramaticales que suplen el primero.
•Después de los signos que indican cierre de interrogación o exclamación (? !) no se escribe nunca punto.
•El signo de principio de interrogación (¿) o de exclamación (¡) se ha de colocar donde empieza la pregunta o la exclamación, aunque no comience con él el enunciado.
•Obsérvese cómo los vocativos y las proposiciones subordinadas, cuando ocupan el primer lugar en el enunciado, se escriben fuera de la pregunta o de la exclamación. Sin embargo, si están colocados al final, se consideran dentro de ellas.
•Cuando se escriben varias preguntas o exclamaciones seguidas y estas son breves, se puede optar por considerarlas oraciones independientes, con sus correspondientes signos de apertura y cierre, y con mayúscula al comienzo de cada una de ellas.
•Pero también es posible considerar el conjunto de las preguntas o exclamaciones como un único enunciado. En este caso hay que separarlas por comas o por puntos y comas, y sólo en la primera se escribirá la palabra inicial con mayúscula.
•En ocasiones, se utilizan los signos de final de interrogación (?) o de exclamación (!) entre paréntesis.

USO DE LOS PARÉNTESIS

Los paréntesis son signos que encierran elementos incidentales o aclaratorios intercalados en un enunciado. Los paréntesis se usan en los siguientes casos:
a. Cuando se interrumpe el sentido del discurso con un inciso aclaratorio o incidental, sobre todo si este es largo o de escasa relación con lo anterior o posterior.
b. Para intercalar algún dato o precisión: fechas, lugares, significado de siglas, el autor u obra citados...
c. En ocasiones se utilizan los paréntesis para evitar introducir una opción en el texto. En estos casos se puede encerrar dentro del paréntesis una palabra completa o solo uno de sus segmentos.
d. Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con abreviaturas, se pueden utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras completas o los elementos que faltan en el original y se suplen.
e. En la trascripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar constancia de que se omite en la cita un fragmento del texto (en este uso suelen alternar con los corchetes).
f. Las letras o números que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc. pueden situarse entre paréntesis o seguidos del paréntesis de cierre.


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MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS


1. Normas tipográficas generales sobre el uso de mayúsculas y minúsculas.

(1) En lo manuscrito no suelen escribirse con letras mayúsculas palabras o frases enteras.

(2) Pueden escribirse con todas sus letras mayúsculas las portadas de los libros impresos, los títulos de sus divisiones y las inscripciones monumentales.

(3) Pueden escribirse con todas sus letras mayúsculas los nombres propios, títulos de obras, dicciones y cláusulas que se quiera hacer resaltar en un texto.

(4) Suele emplearse mayúsculas al principio de cada verso, de donde proviene el nombre de "versales" para estas letras. En la poesía moderna es frecuente comenzar los versos con minúscula.

(5) Se escribe con mayúsculas la numeración romana, con la que se indica el ordinal que distingue los nombres de emperadores, reyes, papas u otras dignidades (Juan Pablo II, Alfonso X) y el número de cada siglo (siglo V a. C.). La numeración romana también puede emplearse para escribir el número de un libro, tomo, parte, canto, capítulo, título, ley, clase y otras divisiones, y el de las páginas en los prólogos y principios de un volumen. Por motivos estéticos, en vez de mayúsculas se utilizan versalitas cuando estas palabras aparecen en el interior de un texto.

(6) Cuando deba empezar con mayúscula una palabra que empiece por Ch o Ll, sólo se escribirán así la C y la primera L (Chinchilla, Llamazares).

(7) Se escriben con mayúsculas las abreviaturas de las fechas relevantes, ya que constituyen un nombre propio (23F, 20N).


2. Acentuación de las mayúsculas.

Cuando se utilicen mayúsculas, se ha de mantener la tilde si la acentuación ortográfica lo exige, para evitar confusiones en la interpretación de las palabras y errores de pronunciación.


3. Uso de mayúsculas y minúsculas por la puntuación.

3.1. Mayúsculas.

Se escriben con letra inicial mayúscula:

(1) La primera palabra de un escrito y la que vaya después de punto, así como la que siga a un signo de interrogación o admiración si no se interpone una coma.

–Hola, hijo. ¿Cuándo has llegado? No pensé que ibas a volver tan pronto, ¡qué alegría me das!

(2) La primera palabra después de dos puntos (a) cuando sigue una cita, (b) cuando se abren comillas en función de diálogo en textos literarios, (c) cuando comienza una enumeración en varios párrafos o (d) después del encabezamiento de cartas, instancias, decretos, sentencias, bandos y edictos.2

En los momentos de desesperanza debemos recordar las palabras del poeta: «Es más hermoso pensar que todavía mañana veremos los cien cuernos de oro con que levanta a las nubes el sol».

Eladio llegó corriendo, agotado, y balbuceó con voz temblorosa: «¿A que no sabes lo que he visto?» Yo me quedé paralizado pensando que se había cumplido lo que tanto temía. «No creo que sea necesario que te muestres en estado tan lastimero», respondí con el aire digno de quien finge vivir alejado de toda perturbación externa.

Querido Pepe:
Perdona el retraso con que contesto a tu carta...

(3) También después de los dos puntos y en sustitución de las comillas, dentro del texto de una obra no se usarán mayúsculas (versales) sino versalitas, pero manteniendo en mayúscula las iniciales de las palabras que así hayan de ir (Sol, 1992: 60).

Los manifestantes llevaban una pancarta que decía: PRESIDENTE, DIMITE.


3.2. Minúsculas.

Se escriben con letra inicial minúscula:

(1) La primera palabra después de dos puntos (a) cuando sigue una enumeración sencilla y (b) la conclusión o desarrollo de la frase (o palabra) anterior.

Su biblioteca contenía todos los géneros: narrativa, ensayo, libros de memorias, poesía, obras de teatro, manuales científicos ...

En toda su vida sólo amó una cosa: el dinero.

Sus palabras no han muerto aún: debemos seguir recordándolas.

(2) En los diálogos, la palabra inicial de los incisos del narrador y la de los verbos de dicción (decir, preguntar, contestar...).

–¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
–Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
(Cervantes, Don Quijote de la Mancha, I, 8)


4. Ortografía de los nombres propios y comunes.

El uso de mayúsculas y minúsculas también tiene como función distinguir ortográficamente dos clases de nombres: nombres propios y nombres comunes. Como norma general, debe escribirse con mayúscula la letra inicial de los nombres propios, mientras que los nombres comunes se han de escribir con todas sus letras minúsculas.

4.1. Siempre con mayúscula inicial.

(1) Los antropónimos y los sobrenombres que los sustituyan y acompañen (apodos, alias y seudónimos). Se excluyen del uso de mayúsculas los artículos y los conectores4; también, los vocativos irónicos o afectuosos.

María; Paco; José Martínez Ruíz, Azorín; Fernando IV el Emplazado; el Gran Capitán; Carlos II el Hechizado; Santa Teresa de Jesús; Jack el Destripador; el Estrangulador de Boston; la Pasionaria; Carl Lewis, el Hijo del Viento; Júpiter; Antígona; Luzbel.

Come, tonto. Gracias, macho.

(2) Las palabras que designan a Dios y a la Virgen María.

Dios, Jehová, el Creador, el Redentor, el Supremo Hacedor, la Madre del Salvador, Él, Ella, Nuestro Señor, Nuestra Señora, el Niño Dios.

(3) Los nombres de animales y criaturas mitológicas.

Babieca, Lucero, Micifuz, Pegaso.

(4) Los topónimos, incluidos los adjetivos que los acompañan, cuando forman parte del nombre propio, y el artículo antepuesto cuando lo llevan: los nombres de países, incluida su denominación no oficial, y de zonas geográficas que tengan entidad propia, con connotaciones históricas, políticas, económicas o culturales; los nombres de ciudades y lugares.

Europa, Gran Bretaña, País de Gales, Alemania Oriental, América Latina, Tercer Mundo, Oriente Próximo, Extremo Oriente, Galicia, La Rioja, Selva Negra, Costa Azul, El Cairo, La Habana, Los Ángeles, La Haya, La Meca, Cáucaso, Himalaya, Adriático, Tajo.

Africa meridional, España septentrional, Europa central, la América rica, la Europa pobre.

(5) Los nombres y adjetivos que formen parte de la denominación oficial de organismos, instituciones, corporaciones, centros, cuerpos, entidades, empresas, sociedades, partidos y regímenes políticos, asociaciones, tribunales, etc.

(6) La denominación de congresos, ferias, simposios, jornadas, semanas, festivales y
encuentros (Martínez de Sousa, 1992: 213; Sol, 1992: 55).

Congreso Internacional de Medicina Hospitalaria, Salón del Automóvil, Festival de Cine de Terror.

(7) Los nombres de documentos y conferencias relevantes (Martínez de Sousa, 1992: 213).

Conferencia de Yalta, Tratado de París, Convenio de Vergara, Carta de las Naciones Unidas, Declaración de Río, Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, Ronda Uruguay, Ronda del Milenio, Octava Conferencia Panamericana.

(8) Singularidades de todo tipo (históricas, políticas, literarias, culturales o científicas), a veces en sustitución de las comillas o cursiva (Sol, 1992: 54).

Telón de Acero, el Muro (de Berlín), Plan Marshall, Proyecto Manhattan.

(9) Los acontecimientos deportivos o culturales que sean importantes (Sol, 1992: 55).

los Juegos Olímpicos, el Mundial de Italia, el Rally París-Dakar, Año Internacional del Libro, V Certamen de Nacional de Música Religiosa.

(10) Los nombres de premios, distinciones y condecoraciones (Sol, 1992: 57).

(11) Los nombres de textos legales y reglamentos oficiales, así como de los textos religiosos clásicos (Martínez de Sousa, 1992: 213; Sol, 1992: 56).

Ley General de Educación, Código Civil, Código Penal, Ley de Préstamos y Arriendos, la Biblia, el
Corán.

(12) Los nombres y adjetivos de periódicos, revistas y semanarios, así como de colecciones literarias o científicas (Martínez de Sousa, 1992: 213; Sol, 1992: 56).

Revista de Logopedia y Audiometría, Revista de Filología Española, Revista de Ideas Estéticas, El Hogar y la Moda, La Vanguardia, El País, colección La Sonrisa Vertical.

(13) La primera voz de los nombres latinos o latinizados, en las denominaciones científicas, que se escribirán en cursiva (Martínez de Sousa, 1992: 213).

Larix europaea, alerce europeo.


4.2. Siempre con minúscula:

(1) Los nombres de las religiones (incluidos sus practicantes) y de los miembros de órdenes religiosas, así como los gentilicios y las denominaciones de razas y tribus, etc. (Martínez de Sousa, 1992: 215).

hinduismo, budismo, católicos, británico, español, negros, cheyenes.

(2) Los nombres de las monedas: una peseta, un franco, un dólar (Martínez de Sousa, 1992: 214):

(3) Los nombres de objetos que han recibido su nombre común derivado del de su autor: un máuser (fusil máuser), un bunsen (mechero bunsen) (Martínez de Sousa, 1992: 214).

(4) Los nombres de los vientos: aquilón, bóreas, cierzo (Martínez de Sousa, 1992: 215).

(5) Los nombres de las oraciones: el padrenuestro, un avemaría, el ángelus, un credo, la salve (Martínez de Sousa, 1992: 215).

(6) Los nombres de oficios y profesiones: profesor, impresor, gerente, jefe de relaciones públicas (Martínez de Sousa, 1992: 215).

(7) Las denominaciones de acontecimientos o hechos paganos: bacanales, saturnales (Martínez de Sousa, 1992: 215).

(8) Los nombres genéricos de la mitología: las gracias, los argonautas, las musas, las arpías (Martínez de Sousa, 1992: 215).


4.3. Mayúscula inicial o minúscula en función de varios factores.


(1) Palabras que se refieren a dignidad, cargo o poder público:

(1.1) Los nombres de cargos o dignidades de carácter único, cuando no van seguidos del nombre propio se escriben con mayúscula inicial, pero se escriben con minúsculas siempre que vayan seguidos del nombre propio (Sol, 1992: 57).

el Rey, la Reina, el Papa, la reina Isabel II, el rey Alfonso XIII, el papa Juan XXIII.

Esta norma sólo se aplica a las palabras papa, rey, reina, emperador y emperatriz.

(1.2) También se escriben con mayúscula cuando equivalen a nombres propios; por ejemplo, «en las respectivas historias de Paulo V, Felipe III y don Pedro Téllez Girón, v. gr., se escribirán con mayúsculas el Papa, el Rey y el Duque cuantas veces fueren nombrados en esta forma los personajes» (RAE, 1973: 144). En cambio, se deberáusar minúsculas cuando estos nombres se usen con un sentido genérico, como en la sentencia también citada por la Academia:

El papa, el rey y el duque están sujetos a morir, como lo está el pordiosero.

(1.3) «En las leyes, decretos y documentos oficiales suelen escribirse con mayúscula (inicial) todas las palabras que expresan poder público, dignidad o cargo importante, como Rey, Príncipe, República, Regente, Trono, Corona, Monarquía, Estado, Gobierno, Ministro, Senador, Diputado, Autoridad, Justicia, Magistrado, Juez, General, Jefe, Gobernador, Alcalde, Director, Consiliario, Secretario, etc.» (RAE, 1973: 145).

(1.4) Los nombres de cargos, títulos, dignidades que aparezcan en la denominación de vías o enclaves urbanos se escriben con mayúscula inicial (Sol, 1992: 59).
plaza del Presidente Cárdenas, calle del Doctor Esquerdo, catedral de San Pablo.

Cuando no forman parte de la denominación de vías o enclaves urbanos se escriben con minúsculas.
presidente, general, canciller, ministra, duquesa, teniente coronel.

(2) Los nombres de los poderes establecidos (Estado, Gobierno, Administración, Ejecutivo, Iglesia, Ejército) se escribirán con mayúscula inicial.

Estado del bienestar, Gobierno de coalición, Gobierno socialista.

Sin embargo, escribiremos con minúsculas: un programa de gobierno, un ejército moderno
(Sol, 1992: 56). En estos casos se usan como nombres genéricos.

(3) Los nombres comunes guerra, paz, batalla, se escriben con minúsculas.

Según Martínez de Sousa (2000), los nombres de las guerras se escriben con minúsculas: la guerra civil, la primera guerra mundial, la segunda guerra mundial.

Si la guerra tiene nombre específico, conste de una o más palabras, éstas se escriben con mayúscula inicial:

guerra de las Dos Rosas, guerra de los Seis Días, guerra de Secesión, guerra de la Independencia.

Si el nombre está en otra lengua, no se traduce: guerra de Yon Kippur.

En ningún caso deben usarse números romanos ni siglas: * I guerra mundial, *I GM

(4) Se escriben siempre con minúsculas los nombres comunes de divisiones administrativas o territoriales y de accidentes geográficos.

provincia de Burgos, estado de Indiana, sierra de Guadarrama, mar Rojo, valle de Aosta, las islas Canarias, golfo Pérsico (pero la guerra del Golfo), península Ibérica (pero la Península cuando se refiere al conjunto España-Portugal como entidad histórica).

Se escribirán con mayúscula inicial sólo cuando aparezcan en la denominación de vías o enclaves urbanos (Sol, 1992: 63).

calle del Río Bidasoa, avenida del Valle de Aosta, plaza de las Islas Canarias.

(5) Los nombres de los puntos cardinales se escriben con mayúscula inicial cuando acompañan la denominación de un topónimo:

Carolina del Norte, Carolina del Sur, Sureste Asiático, el Norte liberal y el Sur esclavista, Irlanda del Norte, el Norte y el Sur (de Estados Unidos).

Si se usan como nombres comunes, se escriben con minúsculas:

María vive en el sur de España, Dinamarca está al norte de Alemania.

(6) Se escribe con minúscula todo el entramado de nombres comunes que suelen conformar el paisaje urbano: cine, instituto, colegio, museo, hotel, almacenes, bar, café, teatro, palacio, embajada, ayuntamiento, mercado, hospital...

mercado de La Boqueria, parque de El Retiro, catedral de San Pablo.

(7) Los nombres de edificios, calles, avenidas, paseos, vías de circulación, etc., en idiomas distintos al castellano, o en los casos en que la denominación ha dejado de ser genérica y tiene una entidad propia, van en mayúscula.

Central Park, Trump Tower, Fuller Building, Palazzo Pitti, las Rondas, las Ramblas, la Gran Vía.

Pero se escriben con minúscula los nombres comunes de las vías urbanas e interurbanas:

calle Aribau, avenida de Pedralbes, ronda de San Pedro, plaza de España, vía Favencia, autopista de Garraf.

Si los nombres de los edificios están en otra lengua, no se hacen traducciones parciales; por lo tanto, los nombres comunes se escribirán con mayúscula inicial: Buckingham Palace.

(8) Los nombres de los planetas, cometas, constelaciones y nebulosas se escribirán con mayúscula; pero cuando se usan en sentido meramente descriptivo, se escriben con minúscula.

el Sol, la Luna, la Tierra, Marte, Júpiter. De día lucía el sol y de noche rielaba la luna.

(9) Se escriben con mayúsculas los nombres de las marcas registradas (la compañía Coca-Cola, la Wolkswagen, el Concorde); pero, cuando estos nombres designan objetos o productos que han pasado a ser de uso corriente, se escriben con minúscula.

un vaso de coca-cola, un motor diesel, una aspirina.

(10) Las preposiciones y artículos que acompañan a algunos apellidos se escriben con mayúscula cuando se omite el nombre de pila; pero si se menciona éste, la preposición y el artículo se escribirán con minúscula.

De Martino, Von Trotta, De Kooning, De la Mata, Ahmed Hasan el Bakr.
Ernesto de Martino, Margarette von Trotta, Carmela de la Mata, El Bakr.



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